miércoles, 29 de agosto de 2007

Santa Sofía: el corralón solidario de los mayores malagueños

Una vecina de este corralón de mayores ubicado en la calle Montes de Oca de la capital
El Ayuntamiento compró el inmueble a la Junta e hizo viviendas para la tercera edad con prestaciones sociales y se plantea extender este modelo a los diez distritos
MATUCHA GARCÍA. MÁLAGA El único corralón originario de Trinidad-Perchel que queda en pie, denominado Santa Sofía, abrió ayer sus puertas a La Opinión de Málaga para mostrar todo el esplendor de esta construcción rehabilitada del siglo XIX que además ha servido como contenedor de una exitosa experiencia piloto del Ayuntamiento de Málaga con personas de la tercera edad. El Consistorio compró en su día el inmueble a la Junta de Andalucía y lo adaptó para los ancianos.En la 56 pequeñas viviendas que circundan el patio central residen 62 mayores de 65 años de la barriada que pagan una renta baja al Consistorio. Reciben además servicio de ayuda a domicilio, las atenciones de una trabajadora social y participan en talleres de cerámica, pintura, destreza mental o gimnasia."Es una alternativa para personas mayores independientes que no quieren cambiar de barrio ni tampoco ir a una residencia", indica el director del Área de Bienestar Social, Francisco Pomares. El responsable municipal dice que la idea del Consistorio es plantear conjuntamente con la Junta de Andalucía este modelo en los diez distritos de Málaga. "El resultado es muy positivo. Aquí hay incluso lista de espera", comenta el presidente de la asociación de vecinos Trinidad-Centro, Juan Romero.Un edificio del XIX. Los arquitectos José Luis Leiva Garnica y Manuel Melero Fernández definen los corralones, en un trabajo elaborado a este respecto, como viviendas obreras compuestas por diversas casas que albergaban a varias familias, normalmente de clase humilde. Una de las características peculiares de estos inmuebles eran las reducidas dimensiones. Estaban distribuidas en torno a un patio central interior.Contaban con un zaguán de entrada que daba acceso al citado patio, donde se encontraba el pilón o pileta con una fuente para todos los inquilinos, rodeada de casas. En una esquina, las escaleras daban acceso a otra hilera en el piso superior de viviendas formadas también por una habitación o a lo sumo dos. Esta es la estructura que se puede apreciar aún en el corralón de Santa Sofía.Se trata de una construcción que data del siglo XVI, aunque su punto álgido en Málaga se vivió en el XIX con la llegada de numerosos trabajadores del campo a la capital con motivo de la revolución industrial.La gran familia. Esta tipología de edificio fomenta una intensa convivencia y relación entre los vecinos, ya que la vida de todos ellos tiene un nexo común y un silencioso espectador de obstáculos y alegrías: el patio central. Así lo corrobora Luisa Álvarez de 72 años que se encarga diariamente de la comida de dos de sus vecinas. "Las he conocido aquí y una es como si fuera mi madre", explica.Pilar Durán de 83 años coincide con la lectura de su vecina. Ambas participan activamente en las actividades que se organizan desde el Ayuntamiento de Málaga y decoran su hogar con los utensilios que elaboran: molinos y edificios de cerámica, cuadros, cestas de mimbre, y un largo etcétera. Tras más de una década de convivencia han encontrado en sus vecinos el apoyo y la comprensión de una nueva familia.

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