Los analistas consideran que la demanda es muy superior a la oferta y un desarrollo con control de costes puede convertir a esta tipología en la estrella del año si se coordinan los planes de las distinas administraciones.
La promoción de vivienda protegida de cara al próximo año es un dulce caramelo para el sector. Según las fuentes consultadas, 2008 se presenta con unas perspectivas muy buenas, «tanto para la vivienda protegida como para la vivienda libre de gama alta», tal y como apunta Alberto Prieto, socio de Knight Frank España. Para este experto, la gran demanda existente en el mercado de la vivienda hace mirar hacia un producto accesible como es la VPO. «Los promotores residenciales tienen mucho interés en aumentar sus carteras de suelo para esta tipología».
Y esa necesidad de vivienda es la que alimenta a este sector. Tal y como afirma Jesús Martín de Prado, presidente de Larcovi, existe una demanda creciente hacia el mercado de vivienda de protección oficial «que va a continuar siendo elevada debido, principalmente, a la continua incorporación de familias jóvenes y de inmigrantes». Además, teniendo en cuenta los planes actuales de las diferentes administraciones, «es de suponer que el número de VPO iniciadas y construidas vaya en aumento».
Según datos del Ministerio de Vivienda, en el primer semestre de 2007 se han terminado 31.837 viviendas de protección oficial. Una línea similar a la del año anterior, ya que durante 2006 se construyeron 60.358 VPO -y se iniciaron más de 95.000-. No obstante, y según afirma Martín de Prado, los grandes paquetes de suelo privado de VPO «aún están en desarrollo».
Seguridad al inversor
Debido a las características de este tipo de vivienda, el mercado de VPO es un sector al alza que proporciona seguridad al inversor, ya que, como apunta Alberto Prieto, estas viviendas no se van a quedar «atascadas». Y aunque la rentabilidad económica de la promoción de vivienda protegida sea menor que la libre, este mercado resulta muy atractivo. «Los márgenes con los que trabajamos los promotores son más ajustados, pero eso no quiere decir que desarrollar VPO no sea rentable».
«Esa rentabilidad depende del precio máximo de venta que tenga establecido cada comunidad autónoma», explica Jesús Martín de Prado. Así, atendiendo al binomio que marca las reglas del mercado, en unas condiciones de rentabilidad menor, también lo es el riesgo que se corre. «La demanda de VPO es superior a la oferta, lo que permite a las empresas poder mantener una producción continuada sin verse sometidas a los posibles cambios del mercado», señala Martín de Prado.
Teniendo en cuenta las condiciones de este mercado y los menores márgenes de rentabilidad, la clave en el desarrollo de VPO está en el control de costes. Así lo apunta Alberto Prieto, socio de Knight Frank España. «Es importante controlar los costes de ejecución de obra para que los precios de construcción no se disparen». Además, Prieto señala que el promotor debe tener un sistema adecuado, industrializado y «bien paquetizado» con el fin de no dejar lugar a la improvisación o la desviación de costes. «Tenemos una demanda de promotores extranjeros que están muy interesados en desarrollar VPO en España. Como tienen muy bien estudiado el sistema de ejecución este producto les resulta muy atractivo».
Con una visión optimista hacia este mercado, el experto es cauto, ya que la regulación en el precio de estas viviendas y su propia naturaleza señalan hasta dónde se puede llegar. Con todo, las expectativas son buenas, al igual que la acogida comercial, ya que estas viviendas se venden a gran velocidad.
Madrid es una de las comunidades autónomas que ha apostado con más fuerza por esta tipología. «La vivienda protegida es un producto relevante para 2008, sobre todo por la refracción que ha habido en la demanda de vivienda libre debido a los precios». Desde esta perspectiva mira hacia el sector el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), José Manuel Galindo. En este contexto, reclama que el marco de producción de vivienda protegida sea viable a través de un margen «razonable» de beneficio entre el precio de venta y los costes. Ese porcentaje adecuado, según el presidente de Asprima, oscila entre el 8% y 12%.
Coherencia legal
A juicio del experto, para que un plan de vivienda sea respetable debe tener unas condiciones mínimas que garanticen el cumplimiento de la legalidad y no vulneren los precios máximos de venta para VPO. En este sentido, Galindo pide eficiencia a las administraciones y una relectura de los sistemas de ayuda. Así, destaca la creación de un escalón medio para este mercado, ya que existe mucha gente que no puede optar por una vivienda protegida ni acceder a una vivienda libre. Para Galindo es imprescindible que exista «coherencia y coordinación» entre los planes de vivienda estatales y autonómicos, de forma que se asuma una responsabilidad política de manera conjunta.
Un problema que en estos momentos tiene el promotor de vivienda pública es la estructuración de la demanda. «En teoría es democrático, pero la práctica tiene algún problema técnico». El presidente de Asprima se refiere a los vacíos que dejan algunos adjudicatarios que rechazan VPO. Según Galindo, la demanda estructurada es justa socialmente, «aunque la administración debería satisfacer los problemas que pueda tener el promotor como consecuencia de la no elección del comprador o arrendatario».
Protección en régimen de alquiler
La vivienda protegida en régimen de alquiler es una opción que los promotores inmobiliarios ven con buenos ojos, no sólo por ser una fórmula que intenta dar solución al problema de acceso a una vivienda en España, sino también por plantearse como un modelo patrimonial para el promotor, tal y como apunta Alberto Prieto, socio de Knight Frank. Se está desarrollando la figura del propietario corporativo a través de proyectos de alquiler gestionados por empresas. Aunque cada vez hay más demanda, este mercado es complementario y no desbancará al parque de vivienda en propiedad.
En este sentido, José Manuel Galindo se muestra también partidario del alquiler protegido, «siempre que estos planes sean viables, coherentes y optimicen las ayudas para que lleguen al mayor número de personas».
Una sociedad especializada en este sector es Lazora, posicionada actualmente como la mayor empresa patrimonialista de vivienda protegida en alquiler. Así, 2008 se perfila como un «buen momento» para potenciar el desarrollo de este sector, «una clara alternativa para determinados colectivos con necesidad de vivienda a precio asequible», según apunta Concha Osácar, consejera de Lazora. Actualmente, esta empresa desarrolla VPO en alquiler en varias ciudades españolas, con un total de más 5.500 unidades. «En 2007 hemos superado los objetivos que teníamos inicialmente previstos, tanto en número de inmuebles como en inversiones», señala Osácar. De cara al próximo año, Lazora pondrá en el mercado 1.500 viviendas protegidas en alquiler. Sin duda, una apuesta de presente y futuro.
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La promoción de vivienda protegida de cara al próximo año es un dulce caramelo para el sector. Según las fuentes consultadas, 2008 se presenta con unas perspectivas muy buenas, «tanto para la vivienda protegida como para la vivienda libre de gama alta», tal y como apunta Alberto Prieto, socio de Knight Frank España. Para este experto, la gran demanda existente en el mercado de la vivienda hace mirar hacia un producto accesible como es la VPO. «Los promotores residenciales tienen mucho interés en aumentar sus carteras de suelo para esta tipología».
Y esa necesidad de vivienda es la que alimenta a este sector. Tal y como afirma Jesús Martín de Prado, presidente de Larcovi, existe una demanda creciente hacia el mercado de vivienda de protección oficial «que va a continuar siendo elevada debido, principalmente, a la continua incorporación de familias jóvenes y de inmigrantes». Además, teniendo en cuenta los planes actuales de las diferentes administraciones, «es de suponer que el número de VPO iniciadas y construidas vaya en aumento».
Según datos del Ministerio de Vivienda, en el primer semestre de 2007 se han terminado 31.837 viviendas de protección oficial. Una línea similar a la del año anterior, ya que durante 2006 se construyeron 60.358 VPO -y se iniciaron más de 95.000-. No obstante, y según afirma Martín de Prado, los grandes paquetes de suelo privado de VPO «aún están en desarrollo».
Seguridad al inversor
Debido a las características de este tipo de vivienda, el mercado de VPO es un sector al alza que proporciona seguridad al inversor, ya que, como apunta Alberto Prieto, estas viviendas no se van a quedar «atascadas». Y aunque la rentabilidad económica de la promoción de vivienda protegida sea menor que la libre, este mercado resulta muy atractivo. «Los márgenes con los que trabajamos los promotores son más ajustados, pero eso no quiere decir que desarrollar VPO no sea rentable».
«Esa rentabilidad depende del precio máximo de venta que tenga establecido cada comunidad autónoma», explica Jesús Martín de Prado. Así, atendiendo al binomio que marca las reglas del mercado, en unas condiciones de rentabilidad menor, también lo es el riesgo que se corre. «La demanda de VPO es superior a la oferta, lo que permite a las empresas poder mantener una producción continuada sin verse sometidas a los posibles cambios del mercado», señala Martín de Prado.
Teniendo en cuenta las condiciones de este mercado y los menores márgenes de rentabilidad, la clave en el desarrollo de VPO está en el control de costes. Así lo apunta Alberto Prieto, socio de Knight Frank España. «Es importante controlar los costes de ejecución de obra para que los precios de construcción no se disparen». Además, Prieto señala que el promotor debe tener un sistema adecuado, industrializado y «bien paquetizado» con el fin de no dejar lugar a la improvisación o la desviación de costes. «Tenemos una demanda de promotores extranjeros que están muy interesados en desarrollar VPO en España. Como tienen muy bien estudiado el sistema de ejecución este producto les resulta muy atractivo».
Con una visión optimista hacia este mercado, el experto es cauto, ya que la regulación en el precio de estas viviendas y su propia naturaleza señalan hasta dónde se puede llegar. Con todo, las expectativas son buenas, al igual que la acogida comercial, ya que estas viviendas se venden a gran velocidad.
Madrid es una de las comunidades autónomas que ha apostado con más fuerza por esta tipología. «La vivienda protegida es un producto relevante para 2008, sobre todo por la refracción que ha habido en la demanda de vivienda libre debido a los precios». Desde esta perspectiva mira hacia el sector el presidente de la Asociación de Promotores Inmobiliarios de Madrid (Asprima), José Manuel Galindo. En este contexto, reclama que el marco de producción de vivienda protegida sea viable a través de un margen «razonable» de beneficio entre el precio de venta y los costes. Ese porcentaje adecuado, según el presidente de Asprima, oscila entre el 8% y 12%.
Coherencia legal
A juicio del experto, para que un plan de vivienda sea respetable debe tener unas condiciones mínimas que garanticen el cumplimiento de la legalidad y no vulneren los precios máximos de venta para VPO. En este sentido, Galindo pide eficiencia a las administraciones y una relectura de los sistemas de ayuda. Así, destaca la creación de un escalón medio para este mercado, ya que existe mucha gente que no puede optar por una vivienda protegida ni acceder a una vivienda libre. Para Galindo es imprescindible que exista «coherencia y coordinación» entre los planes de vivienda estatales y autonómicos, de forma que se asuma una responsabilidad política de manera conjunta.
Un problema que en estos momentos tiene el promotor de vivienda pública es la estructuración de la demanda. «En teoría es democrático, pero la práctica tiene algún problema técnico». El presidente de Asprima se refiere a los vacíos que dejan algunos adjudicatarios que rechazan VPO. Según Galindo, la demanda estructurada es justa socialmente, «aunque la administración debería satisfacer los problemas que pueda tener el promotor como consecuencia de la no elección del comprador o arrendatario».
Protección en régimen de alquiler
La vivienda protegida en régimen de alquiler es una opción que los promotores inmobiliarios ven con buenos ojos, no sólo por ser una fórmula que intenta dar solución al problema de acceso a una vivienda en España, sino también por plantearse como un modelo patrimonial para el promotor, tal y como apunta Alberto Prieto, socio de Knight Frank. Se está desarrollando la figura del propietario corporativo a través de proyectos de alquiler gestionados por empresas. Aunque cada vez hay más demanda, este mercado es complementario y no desbancará al parque de vivienda en propiedad.
En este sentido, José Manuel Galindo se muestra también partidario del alquiler protegido, «siempre que estos planes sean viables, coherentes y optimicen las ayudas para que lleguen al mayor número de personas».
Una sociedad especializada en este sector es Lazora, posicionada actualmente como la mayor empresa patrimonialista de vivienda protegida en alquiler. Así, 2008 se perfila como un «buen momento» para potenciar el desarrollo de este sector, «una clara alternativa para determinados colectivos con necesidad de vivienda a precio asequible», según apunta Concha Osácar, consejera de Lazora. Actualmente, esta empresa desarrolla VPO en alquiler en varias ciudades españolas, con un total de más 5.500 unidades. «En 2007 hemos superado los objetivos que teníamos inicialmente previstos, tanto en número de inmuebles como en inversiones», señala Osácar. De cara al próximo año, Lazora pondrá en el mercado 1.500 viviendas protegidas en alquiler. Sin duda, una apuesta de presente y futuro.
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